21 marzo, 2020

Tener dos vidas (Poema LXXVII)

Tener dos vidas
es propio de la elegancia.

Solo pocos hombres
tienen la inteligencia suficiente.

La audacia,
la palabra convicente.

Tener dos vidas
no es para muchos.

Solo para aquellos
que saben mentir.

Mentir a sus amantes,
mentir al espejo

Y creer que el engaño
puede ser eterno.

Tener dos vidas
es propio de los necios.

Aquellas criaturas
tan torpes como estúpidos.

Fieles seguidores
de una triste hipocresía.

Que creen amar,
sin sospechar
que su alma está podrida.

(Escrito el 26/05/18)