30 diciembre, 2009

Tienes la ventaja, amigo mío, pero no la suficiente

El día que se conocieron fue el peor que se pudo haber dado en el mes: el cielo estaba nublado, el calor era infernal y en la noche empezó a llover a raudales. Nada podía presagiar que ese día el mejor amigo de Giovanni conocería a la chica que él conquistaba. Sí, la misma con la que su amigo Carlos estudió en el kínder. Estuvieron separados por mucho tiempo, pero ahora la vida los unía.

La chica llamada Emma había conocido a Giovanni en la fiesta de aniversario de su colegio. Giovanni y Carlos eran grandes amigos, se habían conocido desde primaria y siempre se contaban las hazañas de sus aventuras de amor. Emma no estudiaba con ellos, pero sus ojos se entrelazaron con ellos dos.

Carlos tuvo su reencuentro en el tercer piso del edificio en el que vivía. La vio, pero no la reconoció, ella en cambio sí, de inmediato. Lo saludó y le hizo recordar las travesuras que ellos hacían en el kínder. Los dos rieron y parece que el fuego se encendió en los ojos de Carlos, ya la estaba viendo diferente. Él no sospechaba que ella era la misma Emma que su amigo le había comentado semanas atrás.

Un día Carlos invitó a Giovanni a su casa, para después irse a la playa y cuando ya estaban a punto de irse llegó Emma y los reconoció saludándolos a los dos. Los amigos lo comprendieron de inmediato, tendrían que luchar por ella.

En la playa Giovanni se dio cuenta que Carlos le ganaba terreno: su amigo la hacía reír más que él. Tenía que quitárselo de encima. Así que le dijo que fuera a comprar refrescos por el tremendo calor que hacía. Emma le dijo que lo hiciera por favor, que se moría de calor. Él gustoso de inmediato y con una gran sonrisa entre los labios como diciendo: por ti lo que quieras, fue a traer las bebidas. Lo que no sabía era que el plan de Giovanni se había concretado, además el puesto de bebidas se encontraba descompuesto y así lo mandarían hasta más lejos de lo esperado y se demoraría mucho más.

Giovanni sabía que no podía perder un minuto más. Le agarró la mano y con la voz entremezclada con el mar le dijo:

- Quiero que sepas, que yo en estos días me he dado cuenta que eres de lo infinito, la chica más hermosa, que no existe ni existirá alguien que pueda compararse con tu belle...

Giovanni no pudo completar la frase, porque un joven de aproximadamente un metro noventa se les acercó y le preguntó a Giovanni si estaba cuidando bien a su novia. Él no le pudo responder, atónito a la pregunta, pero Emma sí pudo y le dijo que sí lo estaba haciendo, que no se preocupara. Luego se volvió a Giovanni y le dijo que prosiguiera. Él ya le había soltado la mano y le dijo que nadie podía compararse con su belleza y que era... su mejor amiga. El miedo, para él pudo más que el “amor”.

Cuando regresó Carlos los vio muy callados y le preguntó a Giovanni:

- ¿Qué le has hecho?

- Es que la dejé perpleja, tú sabes como soy con las mujeres, todas caen rendidas – mintió Giovanni.

- Sí, claro. Tienes la ventaja, amigo mío, pero no la suficiente – le susurró Carlos a Giovanni.

Y con voz alta Giovanni le contestó a Carlos:

Sí, seguro amigo, seguro...

¿Qué significan tus ojos? (duodécima parte)

... El cuerpo de mi musa yacía en el suelo, inerte, con la imagen del asesino grabada en sus ojos. La boca aún roja, pero sin vida. Los otros tres cuerpos rellenaban la escena. No tuve tiempo de conocerlos, pero me dolió en el alma que hayan sido asesinados por mí. Henrie avanzó hacia mí y me golpeó con el arma...

Me encerró en un cuarto que parecía una mazmorra. Lleno de humedad por todos lados; el recuerdo de mi verdadera familia antes de ser asesinada llegó a mi cabeza:

Mi hermano me explicó que ellos lograron ubicarme y fue la coincidencia, casualidad o destino que mi hermana Luz estudiaba en el mismo colegio que yo hacía un año, pero ninguno de los dos supimos hasta ese viernes en que coordinaron todo para que me rescataran. También me explicaron que ellos habían sido los que me mandaron las dos notas. La primera que lograron dársela a través de una amiga de mi madre a mi supuesta hermana menor. Mi falsa familia finalmente se decidió entregarme para no perder a su legítima hija. Y la segunda nota fue enviada cuando lograron interceptar a Henrie y lo golpearon, pero sin poder detenerlo. Así huyó dejando caer una nota que ellos leyeron y decidieron dármela para ver si lograba entender algo, pero con el miedo de que le dijera a mis padres de ella: es por eso que no escribieron nada personal en ella.

Ya había entendido todo, y les pregunté cuántos hermanos tenía. Los tres me sonrieron y mi hermano mayor me contestó que éramos cinco hijos, pero que faltaba la hija mayor porque había ido a comprar boletos de avión. Teníamos que irnos antes de que nos encontraran. Pero, aún me quedaba una duda: ¿qué relación había en el número de veces para decir la contraseña y por qué el uso de esas intrigantes palabras? Ante esta pregunta me dijo que las veces que se repetía la frase, se debían a los años que teníamos: nuestra hermana mayor tenía que decirla una vez, él tenía que decirla dos veces, y así continuamente hasta nuestra hermana menor; y que la frase la había sacado del título de un poema escrito por un poeta que no pudo decirme, porque en ese momento se escuchó un golpe en la puerta y seguidamente con voz suficientemente alta para escuchar todos la frase:

- ¿Qué... significan tus ojos?

Mis hermanos rieron de emoción, ella ya estaba allí. Mi hermano mayor abrió la puerta y mi hermana cayó al suelo, nos dimos cuenta que Henrie la había drogado y él ya adentro disparó en el pecho a mi hermana mayor, luego a mi hermano, seguidamente a mi hermana menor dejando a Luz y a mí vivos. Nos dijo que recordaba una vida mejor, acto seguido con sangre fría le disparó a Luz.

Así es como llegué aquí, y desde aquí escribo. Henrie me dijo que no malgastara mi tiempo en llorar, que empleara mi tiempo para escribir en doce partes toda lo que me aconteció en estos años, y que sean exactamente doce partes, porque serán doce los órganos que me quitarán cuando llegue el momento... Ya no me queda nada, más que escribir...

29 diciembre, 2009

¿Qué significan tus ojos? (undécima parte)

La primera pregunta que le hice fue:

- ¿Cómo es que yo soy la deuda de mis padres?

- En primer lugar ellos no son tus padres. Para comenzar tengo que contarte la historia desde el principio: antes de que nacieras se creó una organización que se dedicaba y se dedica a comprar niños menores para después quitarles los órganos vitales. Estos niños son comúnmente llamados pólizas de seguro. La policía por años ha intentado capturarlos, pero no ha podido. Ellos a través de un sujeto llamado Henrie identificaron a nuestra familia y les exigieron que tú, recién nacido, fueras vendido para ellos. Nuestros padres se opusieron, así que él les dijo que si no te vendían nosotros seríamos asesinados. Ante esta amenaza nuestros padres... – me explicó hasta que lo interrumpí:

- ¿Me estás diciendo que una mafia nos persigue? – le pregunté desconcertado.

- Lamentablemente sólo a ti – me dijo con ojos de tristeza – Bueno tengo que seguir contándote lo que debiste saber hace años. Lo que hicieron nuestros padres fue decirle a Henrie que te entregarían, pero que esperara un día para despedirse de ti. Y así se acordó el pacto, pero lo que ellos verdaderamente querían hacer era entregarnos a diferentes familias hasta que nos mudáramos a otro país. Cuando llegó el día nosotros no estábamos y la policía lo capturó. Extrañamente una semana después escapó. Nosotros pensamos que lo dejaron huir por el poder que tiene esa mafia.

- Y, ¿cómo es que mis padres falsos decidieron entregarme? – le pregunté con miedo.

- Pasaron varios años para que nuestra familia pudiera reagruparse, exceptuándote a ti, porque la familia que te había “adoptado” había huido del país y les perdimos el rastro. Mis padres te buscaron, pero un día Henrie apareció en la casa y le disparó a nuestro padre dándole la advertencia a mi madre que te dejara de buscar. Eso fue un shock para todos, pero aun así mi madre te siguió buscando hasta que supo que estabas en México y así te fue a ver. Lo trágico y lo que nos duele a todos es que pensamos que Henrie la asesinó cuando estaba caminando por el aeropuerto. Extrañamente nadie vio nada – me siguió explicando.

- Pero, no me has explicado el porqué mis falsos padres tenían que darme de paga para ellos – le dije un poco ensimismado en resolver mi incógnita.

- Bueno en esos años de investigación mis padres se enteraron que la familia a la cual te entregaron habían tenido contacto con esa mafia: ellos habían acordado dar a un hijo que tuvieron y la mafia les pagó por adelantado, pero el niño murió por neumonía y cuando te tuvieron en sus manos la mafia se enteró, por eso es que huyeron. Henrie les reclamó que tú eras la deuda del hijo muerto – me terminó de explicar quitándome la duda.

28 diciembre, 2009

¿Qué significan tus ojos? (décima parte)

La guardé rápidamente en mi bolsillo cuando entró mi padre. No se percató de lo que había guardado diciéndome:

- Hijo, baja para cenar.

- Está bien ahora bajo – le contesté.

El guardar la nota de pronto fue producto del reflejo. No le quería decir nada acerca de ella hasta que estuviera seguro de qué significaba lo que estaba inscrito.

Los días pasaron sin que lograra encontrar el significado. Quería saber además quien me la había lanzado hasta mi cuarto después de ser rescatado. Entonces empecé a sacar conclusiones: esas personas me habían seguido hasta el hotel y la casa. Pero, en ese momento no sabía quiénes eran.

Un sábado mi padre me dijo que ya debía ir al colegio, que ya había encontrado uno apropiado para mí. Desde el lunes estudiaría y llevaría una vida normal, eso creía.

Cuando llegué el primer día, me senté al final de una columna. Escuchaba a los profesores, pero nunca tuve intención de comprender sus clases, ya que, adelante mío se sentaba una chica que podría ser la musa que en toda su vida buscan los poetas. Sí, eso era ella para mí. Aunque no hablé mucho con ella sabía que debía verla, refrescar mis días con la brisa de su pelo, que se ondulaba con el viento, magnánimo, amigos míos.

Quizás esos meses fueron los más felices: por ya no tener que preocuparme de la carta, ni del secuestro. Se me borró todo cuando la vi por primera vez. Al principio creí que llegaría el día que le confesaría todo lo que sentía. Y ese día nunca llegó del todo, porque no fue lo que esperaba. Y ya sabrán a lo que me refiero. Sí, ese viernes que me hizo perder de a pocos la ilusión. Pero, lo que no me hizo desfallecer fue la intriga y el misterio que se envolvía en estos dos años, que a pesar de que fueran tragedias (que explicaré en la siguiente parte) me mantenían vivo.

Por otro lado, Luz me dirigió la palabra muy pocas veces, y esos momentos aún los atesoro, y siempre los tendré dentro de mi corazón, porque es lo que me queda de ella. Solamente sus palabras que resuenan todos los días aquí, en estas cuatro paredes. Es un eco que estalla en mi cabeza. Su cándida forma de hablar es la miel que se almacena en el panal de mi oído. Ya casi no puedo dormir sólo tengo recuerdos de los años que han pasado con mentiras, pero aunque sea existía en esos años lo que he perdido: la vida.

27 diciembre, 2009

¿Qué significan tus ojos? (novena parte)

- Necesitaba hacerlo, porque si no tú no hubieras querido acompañarme. Y ahora que estás aquí te revelaré toda la verdad – me explicó Luz, mi supuesta hermana.

Con esas palabras me desperté. Estaba en la puerta de una casa sentado y en mi mano llevaba un papel arrugado. Cuando lo abrí tenía algo inscrito:

¿Qué significan tus ojos? ¿Qué significan tus ojos? ¿Qué significan tus ojos? ¿Qué significan tus ojos?

En el momento no recordaba de dónde había sacado esa nota, hasta que Luz me lo hizo recordar:

- Es la contraseña que tienes que decir para entrar.

- Y, ¿qué te hace suponer que quiero entrar? – le dije desganado.

- Yo creo que tus ansias de conocer la verdad son suficientes para entrar a nuestra casa – me contestó.

- Muy bien, me has convencido. Quiero saber toda la verdad – le dije.

- Pero, antes debes decir la clave para entrar y dentro te explicaremos todo – me aseguró – Tienes que decirlo en voz alta las veces que está escrita en el papel. Luego yo diré mi contraseña.

- Está bien – le contesté - ¿Qué significan tus ojos?... ¿qué significan tus ojos?... ¿qué significan tus ojos?... ¿qué significan tus ojos?

- No viene sólo – dijo - ¿Qué significan tus ojos?... ¿qué significan tus ojos?... ¿qué significan tus ojos?

Después de la última pregunta abrió la puerta un joven y atrás de él estaba una niña con los ojos llorosos que cuando me vio le preguntó al chico:

- ¿Él es nuestro hermano?

El chico fue hacia mí, me dio un abrazo y le dijo a su hermana:

- Sí lo es. No se puede creer, pero ya está aquí.

Ya adentro me sentí incómodo en cómo me observaban mis, hasta ese momento, supuestos hermanos. Hasta que después de unos minutos allí Luz me dirigió la palabra:

- Bueno ahora que estás aquí mi querido hermano, ¿cuáles son tus dudas? Pregúntanos lo que quieras...

26 diciembre, 2009

¿Qué significan tus ojos? (octava parte)

Al despertar escuché vi a dos policías que tenían una mirada protectora. Cuando se percataron de que me desperté, me preguntaron:

- ¿Te sientes bien? Te golpearon muy duro, pero las heridas ya fueron curadas.

- ¿Dónde estoy? ¿Dónde está el sujeto que me raptó? – les pregunté.

- Estás en una comisaría. Desgraciadamente el hombre escapó, pero descuida ya lo tenemos identificado. Bueno, pero ahora tú nos tienes que dar el número telefónico de tus padres.

Acto seguido se los dicté y ellos empezaron a rellenar unos papeles. Después de dárselos les pregunté con gran curiosidad:

- ¿Cómo lograron rescatarme?

- Bueno no hay nada de malo en que te lo contemos: estábamos patrullando una calle hasta que vimos a un hombre que estaba muy intranquilo llamando en un servicio de teléfono público. Lo fuimos a ver para tranquilizarlo, pero él como respuesta golpeó a mi compañera y huyó. Tuvimos que seguirlo hasta el hotel en donde tú te encontrabas. Lo fuimos a buscar y grande fue nuestra sorpresa cuando subíamos a buscarlo y él salía contigo en brazos. Lo intentamos detener, pero él se abalanzó contra nosotros rápidamente y...

El policía no logró contarme todos los acontecimientos, porque en ese preciso momento llegaron mis padres y me abrazaron.

Ya de camino a mi casa me dijeron que habían estado preocupados por mí y que se alegraban de tenerme de vuelta. Eso me reconfortó bastante. Cuando llegamos fui a mi cuarto y en el momento que entré tiraron una piedra a mi ventana. Al revisarla me di con la sorpresa de que tenía una nota adherida a ella:

“Querido” amigo:

Sé que esta carta te va a parecer contradictoria, pero estoy seguro de que entenderás. Te pido mil disculpas por los acontecimientos de hoy. Nunca más volverán a ocurrir.

PSDTA: Ah, por cierto te hago recordar que a mi jefa le debes mucho. Y que si no pagas dentro de un plazo de 10 meses tendré que hacer lo que no pude hacer. Tú sabes lo que te digo. No sé si te importará, pero quiero que sepas qué pasará si no pagas.

Un abrazo, Henrie

24 diciembre, 2009

¿Qué significan tus ojos? (séptima parte)

Me separé de ella y le grité:

- ¡No! Nada de lo que dices es cierto.

- Lamentablemente es cierto, y ellos no son tus padres, te lo demostraré cuando lleguemos a nuestra casa – me dijo con tristeza.

- ¡Dame una prueba ahora o sino me iré donde mi padre! – le dije furioso.

Al parecer con resignación me llevó lo suficientemente cerca para ver al director y a mi padre buscando a alguien en el recreo.

- Si te das cuenta, te están buscando... ¿para qué crees? – me dijo.

- No es para lo que tú me dices, quizás es por mis notas (calificaciones) – le dije intentando salvar la idea que me quedaba de mi familia.

- Tú sabes que no – me dijo con seguridad.

Nos quedamos mirándolos hasta que terminó el recreo y ellos se fueron, supongo que a mi aula. Cuando ya no había nadie en el patio sacó de su bolsillo un papel doblado y me lo dio:

- No lo leas hasta que estemos seguros y cuando lleguemos a nuestra casa debes decirlo como una clave de seguridad.

- ¿Qué? – le pregunté extrañado – Yo no voy a ir contigo a ningún lado. Ahora voy donde mi padre para que me explique el porqué está...

No pude completar la frase, ya que, me tapó la boca con un pañuelo y me dijo con voz maternal:

- Duerme cariño, que pronto verás a tu verdadera familia...

20 diciembre, 2009

¿Qué significan tus ojos? (sexta parte)

Pude ver que él era un traficante de niños, y yo era otra víctima. Por el terror que sentía empecé a gritar:

- Papaaaaaaá, mamaaaaaaá, estoy al lado, en una habitación, ayudaaaa.

No escuché ningún tipo de respuesta, me sentí impotente, y seguí gritando. Pasaron así dos horas, mi garganta estaba casi desgarrada. Me senté entonces a seguir leyendo ese diario, con menos fuerza y con mis manos aún atadas seguí buscando con dificultad más páginas:

10 de Abril de 2033

Me han dicho que el proyecto que hace ella es muy rentable, pero mi conciencia me reclama por la ilegalidad de este trabajo. Mi corazón es obstinado y no quiere dejarla aun así termine drogando a mi cerebro.

De sus páginas me di cuenta que sólo escribía dos o tres renglones para describir sus días:

22 de Febrero de 2036

Me ha gritado por no obedecer una de sus órdenes. Pero, finalmente lo tuve que hacer, para poder demostrar que al final soy un tonto por ella.

Me salteé más páginas y vi una que estaba marcada con un corazón roto:

27 de Enero de 2037

El amor se supone que se ha acabado, ya no me quiere, así me lo ha dicho. Le he recriminado que a pesar de todo lo que he hecho por ella, me lastima así.

Me di cuenta que él estaba sufriendo, pero no podía seguir enterándome de lo que sentía porque sus palabras eran muy cortas. Busqué hasta el final y leí:

3 de Junio de 2037

Ya me he decidido, hace mucho cometí un error, y ahora voy a remediarlo, no me ha pedido que lo lleve, pero lo haré. Sus padres...

De pronto el hombre abrió la puerta con brusquedad, me golpeó y dejó inconsciente...

04 diciembre, 2009

¿Qué significan tus ojos? (quinta parte)

Era demasiado raro que nadie en el colegio se hubiera percatado que un hombre había estado a punto de asesinarme. Y así como ese pensamiento, muchos más llegaron, y no podía darle alguna respuesta lógica a ninguno de ellos.

Fui corriendo hasta el comedor y me di con la sorpresa que mi padre estaba allí. Estaba conversando con el director, pero no logré escuchar nada. Estaba a punto de entrar cuando recordé las palabras de la chica que supuestamente era mi hermana. Me decidí hacerle caso a ella y me quedé cerca de una ventana para verlos.

Llegó el fin del recreo y ellos recién salieron, fui atrás del comedor, y la encontré.

- Ése... sí que corre, me fue difícil... esquivarlo.

No podía ocultar la sensación de espanto e intriga en mi rostro:

- Por favor dime por qué es que ese hombre me quiere matar.

- No te quiere matar, sólo quería dejarte inconsciente y llevarte – me respondió.

Me quedé aún más intrigado:

- ¿Por qué? Recuerdo que él fue el mismo que intentó raptarme hace un año.

Me miró con cara de tristeza y ternura, me parecía que quería abrazarme, pero no lo hizo:

- Es que tus supuestos padres tenían una deuda, y él quiso cobrárselas.

- Y, ¿de cuánto dinero estamos hablando como para raptarme? – le pregunté aún más intrigado.

- Es que no es dinero lo que deben – me dijo casi gritando y exasperada.

- Entonces ¿qué es? – necesitaba una respuesta.

Cuando se lo pregunté me abrazó y con suavidad me dijo al oído:

- La deuda... eres tú...

03 diciembre, 2009

¿Qué significan tus ojos? (cuarta parte)

Cuando desperté me levanté con las manos atadas y logré ver una lámpara que tenía una nota pegada: “Si no te interesa ¿por qué después de tanto tiempo fuiste a por el chico? Además aunque me lo dieras no creo que lo necesite, ya tengo a otros” El frío de espanto cubrió mi cuerpo. No sabía quién había escrito esa nota, pero de lo que estaba seguro era que yo era el chico. Intenté desamarrarme pero era imposible, no creí que escaparía, tan lejos de salir, peor tan cerca de la habitación de mis padres. Entonces pensé: “y, ¿por qué no grito?” Lo pensé mucho, pero finalmente no lo hice porque pensé que quizá el hombre me mataría si lo hacía.

Cuando resolví no gritar el hombre entró, sentándose en la cama para ver televisión. Me quedé helado y estupefacto, no quería que me viera, pero a la vez me parecía tan raro que no me mirara. Creo que fueron dos horas las que pasaron para que dejara de ver televisión y se echara a dormir. Me sentía impotente, pero al verlo dormir me intenté levantar y lo conseguí, cuando estaba a punto de abrir la puerta volteó a mirar qué era lo que hacía y me apuntó con un cuchillo:

- Si lo intentas, ya sabes muy bien lo que pasará, te lo advierto.

Me senté nuevamente, tenía muchas ganas de golpearlo y escapar, pero a la vez el miedo que mi alma guardaba era suficiente para ordenarle a mi cuerpo que no reaccionara. Me quedé dormido con esa rabia y cuando desperté él ya no estaba. Intenté abrir la puerta, pero no pude, estaba con seguro. Empecé a observar todo lo que había alrededor, vi que en la lámpara ya no estaba la nota y que el teléfono de la habitación había sido arrancado. Seguí indagando, revisando qué indicios podría darme este sujeto para saber quién era, hasta que encontré un cuaderno suyo, parecía ser su biografía:

13 de Noviembre de 2008

Con apenas 8 años de edad me he enamorado por primera vez, se llama Celeste, es muy hermosa y dice que me quiere...

Seguí buscando para ver si encontraba algo relevante:

21 de Enero de 2019

Siento que debí enamorarme de otra persona, buscar en otros rumbos, pero no lo hice y ahora lamento que tenga que hacer lo que hago...

Y ahí terminaba lo que había escrito ese día. Ojeé más páginas y al azar encontré ésta:

29 de Junio de 2024

Por ella y sólo por ella hago esto, hoy he negociado con siete familias para que me den a sus hijos. Pero, una se ha negado...