El dolor de las personas
es suficiente para desgarrar a Dios.
Le duele en demasía cuando nuestra alma llora
y por eso nos repara el ala como canario herido.
Así nuestra vida transcurre larga y corta,
y que de momentos dolorosos, ésta está herida.
Y así la vida con el sufrimiento se prolonga
en esas situaciones penosas y por demás sabidas.
... la vida con el mundo se acorta,
sólo con Dios se vuelve infinita.
(Escrito el 29/10/09)
( comunidad PTB )
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