06 noviembre, 2016

Poema XXII

Ya había olvidado esa mirada,
y ahora que la he vuelto a recordar,
me pregunto:

¿Cómo he podido borrar de mi memoria,
esos ojos que vierten candidez pura,
y a la vez, olvidar
la sutil textura de sus labios,
los cuales nunca he rozado?

¡¿Cómo he podido olvidarla?!
Memoria desdichada,
que no puedas guardar
ni sus labios
ni su mirada.

Pero este lamento no es sólo
por olvidar su rostro,
sino también por todo
lo que ella es
y por todo aquello
que me permite sentir.

(Escrito el 20/09/11)

comunidad PTB )

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