12 febrero, 2010

Y al final, el beso que definitivamente une

- ¿Qué dirías si te dijera que te odio? – Matt preguntó.

- Me quedaría pensando el por qué... y tú, ¿qué dirías si te dijera que quiero olvidarte? – contestó Paloma.

- No diría nada porque sabría que lo que dices es mentira... y, ¿qué dirías si te diera un beso en la mejilla? – Matt contestó con seguridad.

- Te daría una bofetada – Paloma contestó con la misma seguridad.

- En ese caso no preguntaré: ¿qué harías si te diera un beso en la boca? – le dijo Matt irónicamente.

- Y ¿tu qué pensarías si te abrazara en estos precisos momentos? – le preguntó observando la expresión de Matt.

- Siendo sincero pensaría que estás volviéndote loca – le contestó Matt.

- Qué bromista te has vuelto – dijo sarcásticamente Paloma.

- Creo que con lo que has dicho has confirmado mi respuesta – contestó con igual sarcasmo Matt.

- Y tú igual – le dijo con una gran sonrisa Paloma.

- Te amo, ¿lo sabes? – le dijo con otra gran sonrisa Matt.

- Sí, lo sé muy bien – le dijo también con una gran sonrisa Paloma.

Después de esta conversación Matt agarró de la mano a Paloma y la llevó hasta el balcón, allí le dijo:

- ¿Sabes que en todo el mundo tres millones de hombres quisieran tenerte?, que en toda Europa son dos millones; que en Portugal, veinte mil; que en Lisboa, quinientos; que en esta calle, diez; y que aquí, en esta casa es uno, y ese soy yo.

- Que acaso, ¿has hecho una estadística para saberlo? – dijo Paloma irónicamente.

- Y yo pensaba que era el único bromista aquí – dijo riendo Matt.

- Esa sonrisa es lo que tanto me afecta, me hace perder la cabeza. Tengo ganas de besarte – dijo apasionadamente Paloma.

Matt la agarró por la cintura, sus manos abrazaron su piel debajo del polo que usaba. Ella lo imitó con la delicadeza de sus manos. Y así, en unos segundos los labios de Matt se acercaron a los de Paloma, pero cuando se rozaron, Matt se detuvo, y le dijo:

- ¿Por qué tiemblas?

Paloma que se había percatado de lo que le había sucedido le dijo a Matt:

- Tiemblo, porque el solo hecho de que tus labios rocen los míos me estremece. Pero, no de temor, ni de miedo, sino de amor, la emoción de sentirte.

Cuando terminó estas palabras Matt se acercó nuevamente a Paloma, y con el mismo ritual de hacía unos cuantos segundos llegó hasta ella y la besó. En el transcurso del tiempo en que duró el beso, Paloma dejó de temblar, y sus ojos brillaron más que la luna que esa noche los observaba.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

joooooooo q increible seriamente!!! sta recopado!! sos un capo poeta!!
casi me hace llorar. Che si no te importa voy a usar tu estadistica xq se ve excelente para mis malvados fines jajajajajajja!!
a y casi me olvidaba
SOS GROSO
SABELO
atte
Clan X
pdta. clan P llora por dentro y clan T se aguanta las lagrimas jaja

Vague Poetiqué dijo...

ajajjaja, tambn tengo comentarios de esos que dicen clan, esta bn chevre tu historia man, me hizo recordar varias cosas, sigue asi brother
JOSX

PSDTA: ENTRA AMI BLOG PS, PARA QUE VEAS LO QUE SIGO PUBLICANDO, Y CMO DIJO: SOS GROSO
EZZZ