30 junio, 2010

A seguir buscándola, pero ¿hasta cuándo?


SEGUNDO ACTO

EL TELÓN SE ABRE. El AMBIENTE ES OTRO: LA NOCHE YA HA LLEGADO, Y CON ELLA LOS QUE NO QUIEREN SER VISTOS A LA LUZ DEL DÍA, LOS INDESEABLES DE LA CIUDAD. ADRIAN Y ALICE CAMINAN JUNTOS EN UNA CALLE DONDE HAY UN GRUPO DE ALCOHÓLICOS, HASTA QUE UN DESALIÑADO JOVEN LOS INTERCEPTA.

Adrian. Por fin nos hemos librado de ese fastidio.

Alice. Yo no estaría tan segura. Él es obstinado en demasía, pero me resulta extraño que él no nos haya seguido.

Adrian. Por ello te digo que ya se cansó. Por fin le hice ver que tú no eres para él. Que eres y serás por siempre mía.

Thomas (SALE DE LAS SOMBRAS E INTERCEPTA A LA PAREJA) ¡Eh! ¡Ustedes! ¿Valoran su vida? ¿Le dan la suficiente importancia? Es decir, si yo les pidiera en este instante que me entregasen todo lo material ¿lo harían por conservar su vida?

Adrian. Pero, ¿qué preguntas son esas? ¿Acaso intentarás robarnos a mano limpia? Porque si es así, te advierto que sabré defenderme y defender a mi amada.

Thomas (SACANDO UN CUCHILLO LOS AMENAZA). Lamento deciros que no lo atacaré a mano limpia. Yo pensaba que su respuesta sería la de la inteligencia, pero veo que no es así. Entonces, ¿qué espera para darme su dinero?

Adrian. (ANGUSTIADO). Su forma de hablar, su léxico, me crea una gran duda: no creo que usted sea un ladrón, porque educación a la hora de hablar le sobra.

Thomas (APUNTANDO CON EL CUCHILLO). Acaso, ¿usted no ha visto que hombres y mujeres de alta sociedad roban, que no se apegan a las leyes, que...? ¿Para qué hablo con usted de eso? ¡Deme ya el dinero!

Adrian (TEMBLANDO). No... no me haga daño, por favor, déjenos, le daremos todo lo que quiere.

Grupo de alcohólicos (GRITAN EN CORO CON DESCARADA IRONÍA). ¡Qué valentía la de este muchacho! ¡Jamás habíamos visto a hombre como éste!

Thomas. El hecho que usted tiemble no me conmueve en lo absoluto, más bien me da repugnancia. Aun así le daré una oferta: dejaré a uno de ustedes con vida, mientras que el otro se quedará en este callejón. ¿Lo comprenden, verdad?
Alice (CONVENCIDA). Ninguno de los dos no sortearemos ni decidiremos quién vivirá o no. Se lo advertimos, no intente lastimarnos...

Adrian. ¡Llévesela a ella! Que vida ya ha gozado, ya que veinte primaveras son despreciables a veintiséis otoños.

Grupo de alcohólicos. ¡¡¡Uuuuuuhhhhh!!!

EL TELÓN SE CIERRA MIENTRAS EL CORO DE ALCOHÓLICOS VA DISMINUYENDO EN INTENSIDAD, THOMAS DUDA DE LO QUE DEBE DE HACER, ALICE SE SIENTE OFENDIDA Y ADRIAN TIEMBLA AÚN MÁS.

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