27 noviembre, 2009

¿Qué significan tus ojos? (segunda parte)

Mi padre había comprado una casa en Nassau, Bahamas, ya que la nuestra se había deteriorado con el tiempo, y él como gran empresario buscaba la mejor impresión que podía mostrar, por ejemplo, dos días antes de que nos mudáramos mandó a arreglar la casa con muchísimo dinero para que sus “solidarios” contribuyentes y principales accionistas sepan que para ellos él siempre les tendría un merecida bienvenida.

Ya con todo listo llegamos al aeropuerto, antes de entrar sentí que una brisa rozó mi rostro, pero no era un viento cualquiera, éste se quedó dándole vueltas a mi cabeza y después pasaba de mi cabello hasta mi mentón.
Caminaba con esta suave “caricia” y tanto me deleitó que me quedé relajado hasta que logré despertar. Al ser consciente de lo que pasaba noté que el avión ya estaba aterrizando, y que no sé cómo el tiempo pasó tan rápido sin darme cuenta y lo que más me aterró es que no me acordaba nada desde esa caricia.

Bajamos del avión y una intensa lluvia nos sobrevino. Mis padres tuvieron que usar los paraguas, para después correr a buscar un coche que ya había sido con anticipación alquilado. Tuve que cargar a mi hermana que ensimismada yacía en sus pensamientos, tenía seis años y lo que recuerdo es que la llevé en brazos hasta el auto, y al llegar estábamos empapados: mis padres habían corrido con el paraguas sin nosotros.

Después nos fuimos a un hotel para pasar la noche y a la mañana siguiente nos darían la llave de nuestra nueva casa. Acosté a mi hermana y la contemplé por un rato antes de darme cuenta que en su mano tenía una nota. Se la quité suavemente y en ella leí:

- Sólo es para ti, y sé que lo vas a leer ya que tú eres el único que se preocupa por nuestra hermana. Quiero que sepas que te cuidamos, de lejos, pero lo hacemos y aunque Alejandra no pueda aún traerte sé que pronto estaremos todos juntos otra vez.

Lo leí y lo releí, y las letras en ese papel me resultaban tan absurdas; salí a tomar aire al pasadizo del piso, empecé a caminar hasta que pasando por un cuarto abrieron la puerta y me golpearon...

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