- Compañero
de noches bohemias y conversaciones
interminables, debo decirte que la he conocido.
- Será que
has bebido mucho.
- No.
Estoy sobrio.
- … bueno,
cuéntame.
- Era
amiga de una amiga. Pero, pasó mucho tiempo para que coincidiéramos en nuestras
clases. Cuando ella estaba, yo no iba y cuando yo estaba ella no iba. A veces
pensaba en ese misterio, en la clase de persona que era.
- Y
entonces se dio la casualidad.
- Creo que
hay personas destinadas a encontrarse.
- Típico
de un romántico.
- …nos
miramos por un momento. Sentí un fuerte deseo de escapar y a la vez abrazarla
con mis pensamientos. Huir y correr hacia ella. Fue un caos mi cabeza. Terminé
sin decir palabra alguna.
- Un
auténtico galán.
- ¡Deja
tus sarcasmos para otro día!
-
Continúa, continúa.
- Pasaron
los días y poco a poco logré calmarme. Pude hablar con ella regularmente.
Prácticamente todos los días. Nos mandábamos cartas, y con cada una de ellas mi
corazón se ensanchaba. Era un constante palpitar, pero con una fuerza que se
acrecentaba. Han sido hasta ahora los más deliciosos e inspiradores días de mi
vida.
- ¿No
exageras?
- No.
Cuando una mujer te regale emociones, pensamientos y sentimientos parecidos a
los que yo tengo ahora, me darás la razón…. Tiendes a recobrar cosas, a querer
más la vida. A sonreír al mundo, a esparcir tu alegría a todo ser. Vuelves a
escuchar la música, que se había convertido en sinónimo de tedio, como si
recién la descubrieras. Quieres ser mejor persona, quieres luchar por y junto con
ella… mucha parte de la humanidad podrá estar podrida, pero sientes que puedes
cambiar la historia, puedes lograr lo que quieras. Quieres abrazar lo
intangible, quieres darle forma a lo que sientes, convertirlo en poesía, en
melodía, en algo que se asemeje al amor de Dios.
- La amas
o estás enamorado o ambas.
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